martes, 24 de enero de 2012

Las vidrieras Tiffany embajadoras del Art decó


En mi viaje a NY, el pasado verano, me enamoré de la ciudad sobre todo por esos pequeños vestigios de Art decó que se ocultan entres sus numerosas calles y avenidas. En los Locos años Veinte la capital del mundo se trajo desde Francia este estilo de decoración que a su vez conlleva una forma de vida. Las galerías Tiffany crearon uno de los grandes iconos del Art decó, las vidrieras.  Antes y ahora poseer una de ellas era un lujo y para muchos un sueño totalmente inalcanzable. Yo, como tampoco me lo puedo permitir, me conformo con tener una como fondo de este blog. Os pongo fotos de alguna de mis preferidas para que podáis admirarlas.  




El Edificio Chrysler. El Art decó en la arquitectura.

El Art déco fue un e diseño popular a partir de 1920 hasta 1939, influenciando a las artes decorativas tales como arquitectura, diseño interior, y diseño gráfico e industrial, también a las artes visuales tales como la moda, pintura, grabado, escultura, y cinematografía. Después de la Exposición Universal de 1900 de París, varios artistas franceses formaron un colectivo formal dedicado a las artes decorativas de vanguardia. En 1925 organizan la 'Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes' en París, estos artistas se llamaron a sí mismos los modernos; en realidad, el término Art Déco fue acuñado en la retrospectiva titulada "Les Annés 25" llevada a cabo en París en el Musée des Arts Décoratifs del 3 de marzo al 16 de mayo de 1966, el término "Art déco" es por lo tanto una abreviatura de la palabra francesa "décoratif". En inglés se suele suprimir el acento y se escribe "Deco".

(Esta es una breve descripción de la Wikipedia, Así que él que quiera leer la continuación, que acuda a ella).
Pues bien, dicho esto voy a hablar de uno de los mayores símbolos del estilo Art decó que existen y que hemos visto cientos de veces en películas y demás sin percatarnos de su belleza. Me estoy refiriendo al EdificioChrysler (Chrysler Building) de la ciudad de Nueva York.
Espero que os guste el video que os dejo aquí del Canal Historia sobre una de las más emblemáticas construcciones de NY. Fijaos en las gárgolas de la cúpula, la marquetería de los ascensores y los dibujos del suelo. Art decó en su más pura esencia.


Nunca quise tener un blog



Nunca quise tener un blog. Esta iba a ser en un principio el título del blog que me he visto obligada a hacer para aprobar una signatura. No es que me resultase difícil, no. Simplemente nunca he creído en las bondades de estos particulares cuadernos de bitácora destinados a quien sabe qué. A  mi lo que me resultaba más difícil a la hora de crear un blog, era elegir el tema y el nombre. En un principio quise que fuese algo muy específico de algo que me gustase mucho o que estuviese muy bien informada del tema, pero para mayor desesperación, me di cuenta que no sé lo suficiente de ninguno de los temas que me gustan. Esa es la triste realidad de la mayoría de los Periodista, sabemos de todo pero no somos especialistas en nada.

Después de asumir que el tema de mi blog nunca podría ser de algo específico, me puse a buscar nombres menos pesimistas que el que he mencionado al principio. MargaritasVerdesFritas era una opción. Otra gran apuesta fue Mixtoconhuevoporfavor, en honor a la frase que más he repetido en estos años de carrera. Tamaradas también lo barajé como una de las posibilidades, pero me parecía muy egocéntrico. Finalmente me decanté por el que leéis.

Aunque no me llamo Teresa ni me gusta el café, este es el nombre de uno de los lugares más especiales para mí. El café de Teresa era un pequeño salón de copas por la noche y un apacible y tranquilo bar para tomar algo por las tardes. Y digo era, porque hace ahora un año que lo cerraron. El café de Teresa ha sido durante gran parte de la carrera mi Café de Gijón particular. Allí tuve algunas de las conversaciones más interesante y didácticas de mi vida, compartí grandes momentos con gente a la que quiero y entre gin- tonics y cigarros, cuando se podía fumar dentro de los establecimientos, me fui enamorando de ese sitio, y por qué no decirlo, también de una de las personas que siempre me acompañaba.

Las ventanas eran vidrieras Art decó y las paredes estaban forradas de la mitad hacia arriba de tela de raso verde oscurop con pequeños detalles en hilo dorado. De mitad hacia abajo estabán forradas de madera.

El techo era abovedado y tenía colgados unos angelotes de estilo rococó. Las mesas, con las clásicas patas de forja negra, sostenían mármoles redondos y rectangulares y a su alrededor se encontraban las sillas más cómodas del mundo.

La luz era acogedora y procedía de apliques de pared que reflejados en una pareded de espejos daban un aspecto mágico. Además la calidez de las velas de las mesas dotaban el ambiente de un aura clásico, romántico, intelectual y muy armonioso.

Os estaréis preguntando dónde estuvo este maravillosos lugar, pero prefiero no revelar más datos. Para los que lo conozcáis, sentiros afortunados, espero que hayáis pasado en aquel trocito de cielo tan buenos ratos como yo. Para los que no, mis siguientes entradas serán sobre el estilo Art decó, que será el leit motiv del blog. Así os acercaré un poco más a El Café de Teresa y a lo que allí viví y hoy me acompaña.